4) Integración y validación de exámenes extraordinarios

Una vez concluida la capacitación, los apoyos tecnopedagógicos tenían a cargo un grupo de profesores enfocados en determinados exámenes prácticos, ellos realizaron una revisión técnica adicional de los reactivos, acción apegada a la metodología que permitió afinar detalles específicos.

Finalizada esta tarea, la coordinación a lo largo de una semana procedió a elaborar los extraordinarios en línea en el aula correspondiente a cada examen para poderlos validar.

Gracias a las características de Moodle, los profesores podían guardar en sus AVP, bancos de preguntas con sus reactivos correspondientes, con la finalidad de que la coordinación pudiera exportarlos a las aulas donde se integraron los extraordinarios, ya que, por seguridad los profesores no tuvieron acceso a los extraordinarios completos, sino hasta después de aplicada la prueba.

El proceso de planeación y construcción de los ítems consideró tres de las cinco fuentes de evidencia de validez establecidas en la literatura educativa, cuyos elementos se mencionan a continuación [13]:

Fuentes de evidencia de validez relacionadas con el Contenido: definición, congruencia y representatividad del z por evaluar, especificaciones de la prueba, congruencia entre el contenido de los reactivos y la tabla de especificaciones, consenso de expertos, tabla de especificaciones, capacitación y calidad para elaborar los reactivos.

Fuentes de evidencia de validez relacionadas con el Proceso de respuesta: familiaridad con la estructura de los reactivos por medio de una prueba muestra antes del periodo de los exámenes extraordinarios; con ello, los estudiantes se familiarizaron con el formato del examen y las opciones de respuesta; ya sea única, en la que el estudiante debía seleccionar una correcta o bien, con otros formatos que fueron empleados (elección múltiple o completamiento), así como control de la calidad de las opciones de respuesta, es decir, que fueran plausibles.

Fuentes de evidencia de validez relacionadas con las Consecuencias: estas evaluaciones reúnen evidencia de este tipo, pues su resultado fue promediado con la fase teórica y esto generó la calificación aprobatoria o reprobatoria para el sustentante. De no aprobar, el estudiante tenía la posibilidad de volver a presentar el examen en el siguiente periodo o bien, recursar la asignatura.

En los procesos de validez de contenido por expertos acudieron tres profesores de la disciplina, la coordinadora, una asesora tecnopedagógica, así como un experto en la metodología para la elaboración de pruebas de la Facultad de Medicina. Esta combinación de recursos humanos enriqueció este proceso y permitió ajustar detalles en las últimas versiones de los reactivos.

En especial, los estudiantes anticipadamente, realizaron el registro gestionado por la Secretaría de Servicios Escolares de la facultad, en la que, en coordinación con el Departamento de Cómputo, se habilita a cada estudiante en el aula o aulas virtuales en las que estén inscritos para el extraordinario. Cabe destacar que los alumnos de la facultad están habilitados en la plataforma Moodle desde que inician sus estudios, por lo que la matriculación a las aulas de los extraordinarios se genera de manera masiva y automatizada.