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Seguridad
La información se ha convertido en el oro negro del siglo XXI, por lo que su protección y manejo debe tratarse bajo mucho cuidado, especialmente los ciberataques [7]. Sin embargo, bajo los correctos enfoques y prácticas de seguridad, los datos pueden estar seguros. Aunque siempre cabe la posibilidad de una infiltración mediante técnicas como el robo de identidad. Esto es una preocupación constante en el cómputo en la nube, ya que los usuarios suelen tener los accesos grabados en sus teléfonos inteligentes, y si estos son robados, la plataforma en la nube se vuelve vulnerable. Para minimizar este tipo de situaciones se pueden tener accesos más protegidos mediante medidas de autenticación múltiples donde se piden varios pasos para poder tener acceso a los recursos.
Acceso a Internet
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México refiere que solo el 72% de las personas de más de seis años tienen acceso a Internet [8]. Lo que representa que aún muchas personas en este país, no tengan acceso a Internet. Más allá de este dato, la calidad del servicio y el ancho de banda deficiente que experimentan los proveedores de Internet causan que el acceso a los sistemas en la nube no sea continuo y las interrupciones ocasionen pérdida de información.
Migración hacia un modelo de cómputo en la nube en las IES
Es cierto que el uso del cómputo en la nube trae muchos beneficios como los mencionados en un entorno universitario [9]. Sin embargo, su migración no es tarea fácil, ya que se debe planear qué tipo de servicios se requieren en la universidad, qué aplicaciones se van a utilizar o se deben desarrollar para su uso en la nueva plataforma [9]. También se debe pensar si el costo de mantenimiento de los servicios trae consigo beneficios económicos o no, ya que muchas veces estos no son rentables en periodos largos. En general, antes de hacer una migración se deben plantear puntos como los siguientes [10]-[11]:
● ¿Cuánto tiempo se requiere para el regreso de la inversión?
● ¿Cuáles aplicaciones van a estar en la nube?
● ¿Qué tipo de servicio se requiere en la nube (IaaS, SaaS, PaaS)?
● ¿Cuál modelo se adapta más a los requerimientos (nube privada, nube pública o mixta)?
● ¿Qué aplicaciones pueden ser propias (PaaS) y cuáles se pueden pagar licencias de uso?
● ¿Si se usan nubes privadas que experiencia se tiene en el equipo de red y administración?
● ¿Cuál es el nivel de apoyo tanto por el equipo de red y administración, así como del apoyo de uso de aplicaciones y mantenimiento durante la migración?
Una vez que se sabe qué tipo de nube se requiere y qué tipo de servicios se adaptan a las necesidades mediante un balance de costos/beneficios, es momento de hacer respaldos de la información por si algún proceso falla durante la migración. Además, se recomienda que antes de que se envíen los datos hacia la nube se establezcan canales seguros de comunicación y defensas como firewalls que eviten ataques. Una vez que los datos y los servicios están instalados, es momento de hacer pruebas para medir rendimientos, capacidad de almacenamiento, pruebas de seguridad, y de esta manera evaluar si el sistema es óptimo, o si los componentes que lo conforman son capaces de soportar la demanda de recursos tanto de cómputo como de almacenamiento. Posteriormente, se debe verificar que los estándares de seguridad sean adecuados, de lo contrario, mejorar las partes que no satisfagan los requerimientos planteados. Dado que estos procesos suelen ser complicados, se recomienda que la migración comience con pequeños departamentos de las universidades que no sean tan relevantes para aprender del proceso.
Fecha de recepción: 13 de diciembre de 2021
Fecha de publicación: junio de 2022
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